La Voz de Croacia

15:16 / 07.12.2025.

Autor: Verónica Vlaho

De Zagorje a Lima: una Navidad que une corazones

Decoración del árbol de Navidad
Decoración del árbol de Navidad
Foto: A. M. Kuljevan / gentileza

Por Ana María Kuljevan


La Junta Directiva de la Asociación Croata Dubrovnik de Lima encargó el diseño del árbol navideño de este año a Milagros Cuglievan, decoradora y descendiente de Ivo Kuljevan, originario de la isla de Lopud (Croacia) y recordado benefactor tanto de su isla natal como de la ciudad de Chiclayo. 

Aunque forma parte de la cuarta generación de su familia en el Perú, Milagros mantiene vivo el vínculo con sus raíces: visita Croacia con frecuencia, conserva un estrecho lazo con su familia en Dubrovnik y siente un profundo orgullo por la historia que la precede.


Para ella, esta Navidad representó una oportunidad para honrar a quienes cruzaron el Adriático con poco equipaje, pero con un universo de valores, tradiciones y fe. Con ese espíritu, y como miembro activa de CroActivas —red que impulsa la recuperación y visibilización de las tradiciones croatas en la diáspora a través del liderazgo femenino— desarrolló el diseño del árbol navideño de la Asociación. Su propuesta nace de una convicción personal: son las mujeres quienes transmiten, generación tras generación, los valores, la identidad y las costumbres que mantienen unida a cada familia. Por ello, concibió este árbol como un puente entre el presente y la memoria.


El armado y la explicación del diseño se transmitieron en vivo para la red CroActivas, permitiendo que mujeres croatas y descendientes de distintos países siguieran paso a paso el proceso creativo. Descubrieron el origen de cada adorno y redescubrieron el valor simbólico de los objetos tradicionales croatas. El encuentro virtual se convirtió en un espacio de aprendizaje, emoción y orgullo compartido.


El árbol combina la elegancia contemporánea y las tendencias de decoración del 2025 con la fuerza de lo ancestral. En su base simbólica destacan los juguetes de madera de Zagorje, región verde y montañosa del norte de Croacia donde, desde el siglo XIX, los artesanos han transmitido la tradición de tallar figuras simples —caballos, trenes, pájaros o carretas— en maderas como tilo, álamo o arce. Su sencillez nace de la vida campesina, de manos que conocían la tierra y el corazón. Los colores —rojo, azul, amarillo y blanco— no solo alegaban a los niños, sino que simbolizaban la vida, el cielo, la luz y la pureza. Hoy, en cada uno de esos juguetes suspendidos del árbol, late el pulso de un pueblo que transformó la humildad en arte.


Otro de los protagonistas del diseño son los corazones licitar, emblemáticos desde el siglo XVI. Originalmente elaborados con masa de miel, pintados en rojo brillante y decorados con filigranas blancas y pequeños espejos, estos corazones eran obsequios de amor y amistad en bodas, ferias y celebraciones religiosas. El espejo reflejaba a quien lo recibía, simbolizando afecto y conexión. “Colocar un licitar en el árbol es invitar al amor a permanecer en casa —explica Milagros—, es decirle al otro: entrego mi corazón a quien se ve reflejado.”


Cada adorno cumple una función educativa y emocional: no solo embellece, sino que enseña. Cada pieza es un relato tangible que conecta a las nuevas generaciones con la historia de sus antepasados, con su idioma y con su identidad. Las frases de madera grabadas con palabras croatas como Sretan Božić (Feliz Navidad), Mir (Paz) y Radost (Alegría) son pequeñas lecciones culturales y, a la vez, recordatorios de los valores que guiaron a quienes construyeron comunidad lejos de su patria.


En la propuesta de Milagros, los tonos rojos y dorados evocan la calidez del hogar y la fuerza de la tradición; los cascabeles blancos aportan serenidad, como la nieve que cubre los campos croatas en diciembre. “Cada luz del árbol —afirma— es como una llama encendida en honor a los que vinieron antes, a quienes nos enseñaron que la belleza vive en las cosas sencillas y en los gestos que perduran.”


La Junta Directiva expresó su reconocimiento a Milagros Cuglievan por esta creación, que no solo embellece la sede institucional, sino que invita a reflexionar sobre el valor de preservar la identidad a través del arte y la memoria. “Un árbol puede ser mucho más que una decoración: puede ser un homenaje silencioso a las raíces que nos unen”, concluyó.


Asociación croata Dubrovnik, Lima, Perú

Asociación croata Dubrovnik, Lima, Perú

Foto: Ana María Kuljevan / gentileza

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