Este año, el producto interno bruto (PIB) podría aumentar en términos reales un 3 por ciento, y en 2026 un 2,8 por ciento. Mientras tanto, la inflación, medida por el índice nacional, tras el 3,7 por ciento de este año, podría desacelerarse hasta el 3,1 por ciento el próximo año, según las últimas estimaciones del Banco Nacional de Croacia (HNB) publicadas este lunes durante la rueda de prensa anual.
Con ello, el Banco Nacional de Croacia ha revisado ligeramente a la baja las previsiones de crecimiento de la economía croata, pero al alza las de la inflación para este año y el siguiente.
De hecho, las últimas proyecciones del PIB del Banco Nacional de Croacia se presentaron a mediados de septiembre, cuando pronosticaban un crecimiento económico del 3,2 por ciento para 2025 y del 2,9 por ciento para 2026.
Según esa previsión anterior, el aumento de la inflación, medido por el índice armonizado de precios al consumo (IPCA), se estimaba en el 4,2 por ciento para este año y en el 2,8 por ciento para el próximo. Por otro lado, la tasa de inflación anual promedio medida por el índice nacional de precios al consumo (IPC) en septiembre se estimó en el 3,6 por ciento en 2025 y el 2,6 por ciento en 2026.
Sin embargo, según la nueva previsión, la inflación según el IPCA aumentará en 2025 un 4,4 por ciento y el año siguiente un 3,4 por ciento.
Como se indica en el resumen de las proyecciones macroeconómicas del Banco Nacional de Croacia, el crecimiento real del PIB en Croacia podría seguir siendo relativamente fuerte, pero se espera una desaceleración gradual de su dinámica. La demanda interna seguiría siendo el principal motor del crecimiento, aunque se prevé un menor crecimiento de los ingresos reales y una política fiscal menos estimulante, por lo que la contribución del consumo privado, el gasto público y la inversión podría reducirse respecto a los altos niveles de los dos años anteriores.
En cuanto a la inflación medida por el índice nacional, la aceleración en 2025 hasta el 3,7 por ciento, después del 3 por ciento en 2024, refleja un crecimiento más rápido de los precios de la energía y los alimentos. Asimismo, la inflación de los precios de la energía en 2026 seguirá estando influida por el incremento de los precios regulados administrativamente del gas, la electricidad y la energía térmica, aunque el aumento de los precios de los alimentos y la inflación subyacente podrían ralentizarse, contribuyendo a una desaceleración de la inflación general.
Los riesgos relacionados con el cumplimiento de las previsiones de inflación siguen estando equilibrados. La inflación podría ser menor de lo previsto si el crecimiento económico resulta más débil de lo esperado, debido a un aumento de las tensiones comerciales y la consiguiente disminución de la demanda externa.
Por otro lado, la inflación podría superar las expectativas en caso de que los salarios crezcan más de lo previsto actualmente, especialmente en un mercado laboral robusto y ajustado. "Este desarrollo podría resultar en presiones más intensas y duraderas sobre el aumento de los precios, especialmente en el sector de los servicios, donde los costes laborales representan una parte significativa de los costes totales", señalaron, entre otras cosas, desde el Banco Nacional de Croacia.