En toda Croacia se celebra la Navidad

La Navidad es la festividad en la que los cristianos celebran el nacimiento de Jesucristo. 

Por primera vez desde que asumió el cargo de arzobispo de Zagreb, monseñor Dražen Kutleša presidió la misa del gallo y la misa de Navidad en la recién reabierta catedral de Zagreb. En sus mensajes a los fieles subrayó la importancia de vivir la fe con valentía, de recuperar la oración y el diálogo en las familias, así como la responsabilidad individual en la vida pública.

El arzobispo afirmó que la fe no debe reducirse a una dimensión privada o superficial, y que los jóvenes no deben conformarse con la superficialidad ni la indiferencia. Destacó que precisamente la familia debe ser el lugar donde se vuelvan a aprender la oración, el diálogo y la confianza mutua.

Al hablar sobre la sociedad y la vida pública, el arzobispo Kutleša subrayó que la conciencia debe ser la base para tomar decisiones, y que el éxito no debe medirse únicamente en estadísticas y cifras, sino en el verdadero bienestar de las personas. Se refirió especialmente a la crisis demográfica, destacando que no es solo una cuestión económica o política, sino también un asunto profundamente espiritual.

Según sus palabras, el denominador común de todos los mensajes navideños es la fe, ya que solo ella puede ser la luz que vence la oscuridad y la guía en la vida personal y social.

El arzobispo de Đakovo-Osijek, monseñor Đuro Hranić, celebro la misa de Navidad en la concatedral de Osijek que con el nacimiento de Jesucristo en el establo de Belén se confirma la santidad de la vida humana, así como la inviolabilidad de la dignidad y los derechos de cada persona. Subrayó que los derechos humanos no son fruto de acuerdos políticos o intereses, sino un valor permanente que ningún régimen debe poner en duda.

Destacó que la Navidad lleva un mensaje poderoso sobre el valor de la familia, la paternidad y la maternidad, y que cada niño es una promesa de futuro. Hizo un llamamiento a una mayor ayuda social para las mujeres y madres y advirtió que un pueblo sin descendencia no tiene futuro, ya que los hijos son más importantes que la carrera, el éxito o los criterios materiales.

En la repleta catedral de San Vito de Rijeka, el arzobispo de Rijeka, Mate Uzinić, presidió la misa de vigilia - la misa del gallo. Con la pregunta “¿hay sitio aquí para Jesús?”, llamó la atención sobre los solitarios, los perdidos, aquellos que sufren, pues todos necesitan ser aceptados.

Precisamente este tiempo de Navidad es cuando más se siente esa necesidad, destacó. En su homilía condenó la intolerancia y el rechazo hacia los extranjeros, recordando que Jesús nació en Belén, donde fue un extranjero que necesitó la ayuda de personas bondadosas.

En Split, la misa del gallo ante numerosos fieles fue presidida por monseñor Zdenko Križić, arzobispo de Split-Makarska.

“El ser humano suele comportarse así. Cuando está en apuros, clama a Dios; cuando recibe ayuda y pasa la dificultad, olvida decir ‘gracias’. Hermanos y hermanas, no olvidemos esto en esta Navidad, cuando de forma especial se ha manifestado el amor de Dios, salvador de todos los hombres”, expresó Križić.