La isla de Šolta se menciona por primera vez en el siglo IV a.C. con el nombre de Olyntha, recibiendo su nombre actual en tiempos de la colonización véneta. Las bellezas incuestionables de sus paisajes, el mar, las uvas, los olivos, la miel de romero que fue servida en mesas de reyes y gobernantes hacen, junto con su gente, una cálida combinación que identifica a la isla y que sirve de inspiración para la creatividad de los isleños. Hoy visitamos Grohote, el alma buena de Šolta.
Adaptación del documental "Otkrivamo Hrvatsku", HRT. Adaptado y traducido por Verónica Vlaho.