Encuentro con las raíces croatas

La psicóloga boliviana Patricia Prada fue una de las disertantes en el encuentro de la Red de mujeres croatas de Latinoamérica Croactivas, bajo el lema “Mujeres que inspiran”. Explica cómo encontró un vínculo con sus raíces croatas.

- Me llamo Patricia Prada Botelho, soy psicóloga y actriz, lo que en un pasado supuso un conflicto para mí, porque no sabía si debía ser psicóloga o actriz. A través de diferentes terapias y procesos descubrí que mi propósito de vida es integrar la dualidad en mí, para poder acompañar a otros en ese proceso también, y eso se manifiesta en mi forma de integrar a Croacia como parte de mi identidad.

Soy boliviana y croata, pero durante mucho tiempo tuve dificultades para integrar ambas partes, ¿soy boliviana o soy croata? Me siento boliviana frente a los croatas, pero me siento croata frente a los bolivianos. Todavía estoy en proceso de integrar esas partes, que simboliza a su vez encontrar mi lugar en el mundo. Y claro, tiene mucho que ver con mi experiencia de percibir y vivir a Croacia.

Mi abuela Anka Salamunović nació en Croacia en la isla de Brač y fue a Bolivia cuando era pequeña para reunirse con su padre (mi bisabuelo). Siempre nos transmitió parte de su vida por medio de la comida. A través de ella y su comida, pude sentirme cerca de esa parte de mi historia que se sentía tan lejana - dice la boliviana de raíces croatas.

Patricia reinventó su profesión atendiendo en línea, lo que le dio una ventaja en su decisión de migrar a Croacia.

- Mi hermano que estaba viviendo en Zagreb, nos mostró fotos de los lugares por los que viajó en Croacia. Esas impresiones hicieron que sintiera a mi abuela cerca, imaginándola en su tierra. Eso hizo que Croacia se acercara a mí, o yo a ella, porque siempre estuvo ahí, sólo que en ese entonces había un genuino interés en venir a conocerla.

Fue así que decidimos venir a solicitar la ciudadanía y ver si nos gustaba para quedarnos. Y ya estamos aquí 2 años, disfrutando de esta tierra maravillosa. Aquí terminé de escribir un guión por el que recibí un reconocimiento en un laboratorio internacional de guión. Y también me conecté con mi otra pasión que es escribir.

Vivir en Zagreb ha supuesto muchos desafíos, no sólo el idioma, sino también el criar a nuestra hija Martina fuera de Bolivia, de mi familia. Pero de alguna manera, el estar aquí me ha hecho fuerte y valiente para afrontar nuevas formas de existir. Ello me hace estar agradecida con Croacia, que tiene mucho para dar, su sistema de salud, la educación - destaca la psicóloga boliviana.

Patricia enfatiza que están aprendiendo un nuevo idioma, una nueva cultura y también se reconectan con sus raíces croatas.

- Pudimos visitar la isla de Brač, donde nació mi abuela, y conocer a mi familia croata. Fue una experiencia emocionante y enriquecedora. Esto me ha llevado a reflexionar sobre la importancia de conocer nuestras raíces y de transmitir esa parte de nuestra historia a las generaciones futuras. Es una forma de mantener viva nuestra cultura y de honrar a nuestros antepasados, además de una forma de conocernos para integrarnos.

Mis bisabuelos y mi abuela murieron en Bolivia, esa tierra que les dio tanto, también les hizo aprender mucho. Tuvieron muchas dichas, pero también tristezas. Me duele el alma al pensar que nunca volvieron a Croacia, nunca más vieron a sus padres, a sus hermanos, a sus primos. Nunca más vieron ese mar que los vio nacer, nunca más pisaron su casa, sus viñedos.

Pero ahora, nosotros hacemos el viaje de vuelta, por ellos, por nosotros, por mi bebé, para completar nuestra historia, para conocerla, para aprender croata. Buscando un nuevo futuro y abriendo el camino para los que seguirán haciendo el viaje de vuelta.

Muchas gracias. Saludos cordiales a la Voz de Croacia - concluye la psicóloga boliviana Patricia Prada Botelho.