Nuestra protagonista de hoy, Anka Raič, croata de Mostar, es ganadora del premio internacional de la UNESCO para 2022 que se entrega a instituciones, asociaciones y personas que han dado un especial aporte a la promoción del patrimonio cultural inmaterial a nivel global. La entrega de estos premios se realiza en la ciudad de Jeonju, Corea del Sur. Los nombres de los candidatos llegaron de todo el mundo, y a nuestra invitada le correspondió el primer premio para el aَño 2022.
Durante muchos años, Anka Raič trabajo intensamente en unir y relacionar individuos y asociaciones en BiH en un sistema único de protección y aumento de la visibilidad del patrimonio cultural inmaterial. Es una de las fundadoras y antigua miembro de la comisión directiva de la Asociación de sociedades culturales y artísticas croatas amateurs en BiH, con sede en Mostar, así como del CIOF de BiH, una asociación cultural no gubernamental de carácter consultivo ante la UNESCO. En los últimos años, Anka Raič colabora intensivamente con la Asociación para la digitalización del patrimonio cultural de Široki Brijeg que, por iniciativa del CIOF internacional, aplicó a este concurso internacional.
“Se trata de un premio que entrega la ciudad de Jeonju, en Corea del Sur. Se estableció en 2019 y es un premio a la promoción del patrimonio cultural inmaterial a nivel global. La propuesta de candidatos a este premio comienza a principios de cada año, luego de lo cual un equipo de especialistas de todos los continentes las revisa y toma la decisión. Se entregan tres premios a individuos, asociaciones e instituciones. Me sorprendí mucho cuando el CIOF internacional decidió promoverme, de proponerme para el premio. (…) Finalmente, recibí el primer premio por mi trabajo realizado en cuanto a la interconexión de asociaciones en BIH, y su presentación a nivel internacional a través del CIOF. Yo soy solo aquella persona que reúne a la gente que se dedica a esto. No soy ni etnóloga ni una gran conocedora de la cultura tradicional, sino que me dedico más a la parte organizativa. Después de la guerra, me molestaba ver que la preocupación por la cultura tradicional a través del sistema de asociaciones había sido reducida a nivel local, que nadie se ocupaba de ella. El patrimonio cultural inmaterial está ligado a personas físicas, y con el fallecimiento de una persona que conoce del tema, que lo transmite, muere también esa forma de patrimonio. Esto me motivó a trabajar en la conexión, la red de asociaciones en BiH, ante todo del pueblo croata, es decir, formando las reglas de trabajo, y las manifestaciones a través de las que se posibilitará que todos puedan reunirse al menos una vez al año con especialistas y presenten al público su trabajo, que eso los motive a continuar con su obra, y ese es mi aporte a la preservación del patrimonio cultural inmaterial", sostiene Raič.
Anka Raič destaca que lo más importante es mantener el contacto con la base, con la gente en el terreno, con las asociaciones, con las comunidades locales. La asociación cumbre solo tiene la tarea de recolectar datos de estas asociaciones, de atraerlas, de ayudar cuanto se pueda, por ejemplo a través de especialistas, y promover sus actividades a nivel internacional. Varios son los elementos del patrimonio cultural inmaterial protegidos por la UNESCO, y hay muchos en los que se trabaja para que sean reconocidos. Raič pone como ejemplo el Tallado de madera de Konjić, o la Siega de Kupres.
"Es útil saber que aquí viven tres naciones, y no puede decirse que un elemento es exclusivamente de alguno de ellos. Le voy a dar el ejemplo del Tallado de madera de Konjić (Konjičko drvorezbarstvo), con el que trabajó nuestro equipo desde 2009 hasta 2012 en el terreno. Se trata de una habilidad, en realidad, un oficio de arte, que surgió del tallado hecho por pastores sobre varas que derivó luego en el tallado de todos los objetos de madera que puede haber en una casa. Y sin importar a qué nación pertenece, o de dónde vino esta tradición, los habitantes de Konjić, actualmente en su mayoría bosníacos, si les gusta este oficio y el arte en sí, se dedican a esta manualidad. Por eso no podemos identificarlo con una sola nación, sino a una zona determinada, en este caso el municipio de Konjić. Otro elemento es la Siega de Kupres (Kupreška kosidba), competencia en la que participa gente de todo el territorio, a pesar de que en Kupres hay una mayoría croata, que es la que organiza este evento. No se puede decir que esto sea un elemento exclusivamente croata, se trata de un patrimonio cultural inmaterial de esa región", explica Anka.
Nuestra interlocutora destaca que los croatas de BiH no tienen sus propios medios de comunicación y que hay que pasar un filtro para poder publicar algo a nivel federal. "Sé cuánto esfuerzo hemos puesto en traer a medios de comunicación federales para que siguieran los eventos que organizamos, que fueron muchos, como festivales nacionales e internacionales de folklore, exposiciones, talleres de arte, colonias internacionales de arte tradicional. Creo que es algo realmente positivo y bueno, pero nuestros medios no demuestran interés, a pesar de que les informamos sobre los eventos, los invitamos, incluso hasta hemos pagado algún artículo, pero aquí las cosas no funcionan así. Espero que sigamos profundizando en la situación en el terreno y que sigamos buscando el mejor camino para proteger el patrimonio cultural de los croatas en BiH", explica.
Anka Raič, croata de Mostar, ganadora del premio internacional de la UNESCO para 2022 por haber dado un especial aporte a la promoción del patrimonio cultural inmaterial a nivel global, dialogó con Tanja Rau en su versión original en idioma croata.
Traducción y adaptación: Verónica Vlaho
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